RH CADA DÍA MENOS INTERESADO EN EL COEFICIENTE INTELECTUAL, Y MÁS INTERESADO EN EL COEFICIENTE EMOCIONAL
RH CADA DÍA MENOS INTERESADO EN EL COEFICIENTE INTELECTUAL, Y MÁS INTERESADO EN EL COEFICIENTE EMOCIONAL
Del Departamento de Gestión de Talento
Desde que nacemos comenzamos a aprender una serie de habilidades que nos ayudan a sobrevivir. Aprendemos a caminar, a hablar, a montar la bicicleta, y a la par vamos aprendiendo y entendiendo la tolerancia a la frustración, el autocontrol y la autoeficacia. Estas últimas son mucho más complicadas de aprender y poner en práctica en el día a día porque no solo tiene que ver con una cuestión motora, pero con el desarrollo y crecimiento emocional.
Hoy en las empresas, más que nunca, ha crecido el interés por contratar personas que además de tener el conocimiento necesario para la tarea, tengan la capacidad de identificar, guiar, desarrollar y canalizar positivamente sus emociones impactando de manera positiva su lugar de trabajo.
Sin embargo, gestionar emociones no es tarea fácil para ninguno de nosotros. Es una habilidad que se trabaja día a día, pero que vale la pena porque, como afirman autores como Daniel Goleman, serán indispensables para lograr el éxito.
¿Qué necesitamos en un colaborador?
Durante años el departamento de recursos humanos (hoy gestión de talento), aplicó en las entrevistas iniciales evaluaciones para conocer el CI (coeficiente intelectual) de los candidatos. Me atrevería a decir que eso es una de las prácticas menos efectivas del reclutamiento. Aunque el resultado fuera muy alto, nunca nos garantizaría que sería una persona que aportaría a la empresa o que realizaría su trabajo de manera excepcional.
Pongamos un ejemplo. Un candidato ha realizado la mejor prueba de coeficiente intelectual y tiene un amplio conocimiento en su rama. Después del primer mes, sus gerentes comienzan a darse cuenta de que, si bien su trabajo está elaborado correctamente, cuando le dan retroalimentación de éste, se molesta, e ignora por completo los comentarios. Además, es una persona que piensa que lo que ya sabe es suficiente y no tiene por qué seguir capacitándose. Al equipo al que monitorea les habla a gritos como si pensara que es la manera en la que si lo escuchan, “lo obedecerán”.
Esta persona del ejemplo es alguien que no aportará a la empresa, es una persona que no gestiona sus emociones y que, en vez de escuchar atentamente a sus colaboradores, ignora aquello en lo que podría mejorar. Así que esta persona con un gran CI, no le dejará ningún beneficio a su lugar de trabajo y su crecimiento profesional será el mínimo.
Hoy en día necesitamos personas con escucha activa, proactivas, empáticas con la compañía. Necesitamos personas que no solo gestionen bien su tiempo, sino también sus habilidades socioemocionales.
¿Cuáles son las habilidades socioemocionales más importantes para el trabajo?
Autoconocimiento: Conocer y reconocer emociones.
Autocontrol y autogestión: Dominio de las emociones para no desbordar.
Automotivación: Motivarte para perseverar en los objetivos personales y profesionales.
Empatía: Comprender porque los demás actúan como actúan.
Gestión de las relaciones sociales: Trabajar las relaciones y las interacciones con los demás.
Si el colaborador conoce sus emociones puede canalizarlas de la manera positiva. Si conoce lo que desea, se podrá automotivar. Si sabe cómo funciona la empresa, su visión y su misión, podrá ser empático con ella. La inteligencia emocional es el factor de éxito, por lo que contratar personal con ésta, dirigirá a nuestras empresas al crecimiento.
Si tu eres una persona que trabaja día a día para crecer en tu desarrollo emocional, Alvear y Asociados te espera para que colabores con nosotros. Manda tu CV a raziel@alvear.com.mx
Este boletín fue elaborado por Raziel Alvear raziel@alvear.com.mx